domingo, 9 de mayo de 2004

Camino de Santiago 2004 (Notas, conclusiones y albergues)

Notas y conclusiones.

- El viaje ha merecido totalmente la pena a pesar del mal tiempo de los últimos días.
- Ir solo no solo no es malo si no que es positivo, no duermes lo que debieras, no descansas como necesitas, no comes como realmente te gusta, las palizas a las que sometes a tu cuerpo no son las habituales, estas y otras razones hacen que tu humor o tu estado de ánimo en determinados momentos no sea el más idóneo, si no haces el viaje con alguien de tu absoluta confianza, puede ser una fuente de problemas.
- Hacer el camino no sale tan caro como yo pensaba en un principio, mis gastos totales han ascendido a aproximadamente a unos 380 €, daros cuenta que hay que desayunar, almorzar, comer, cenar y dormir fuera de casa, además de los viajes de ida y vuelta.
- No sé si podré volver a hacerlo, pero cada vez mas me tienta la idea de hacerlo a pié, en bici aunque es maravilloso, se te escapan muchos detalles y siempre vas con la eterna duda de sí ir por el camino o la carretera, andando siempre vas por el camino.
-Pierde el tiempo que necesites pero hazlo bien, el portabultos de la bici siempre es la principal fuente de problemas para un ciclista en cuanto a la bici propiamente dicha se refiere, colócalo a conciencia, utiliza tornillería de calidad y muy importante antes de partir pon las alforjas y date una vuelta con ellas, no te pase como a mí que la tarde anterior a mi marcha hice esto y me daban las zapatillas contra las alforjas, me toco desmontarlo todo y rehacer su colocación completamente.
- En varios sitios había leído que a partir del 3º o 4º día tu cuerpo se va fortaleciendo, yo no lo noté hasta mas adelante, pero es cierto que hubo momentos en que no me daba cuenta de que ya llevaba hechos ese día 70 kms. cuando esa cantidad de kms. el primer día me habrían dejado reventado.
- La palabra prisa es la principal enemiga de un bicigrino, destierrala de tu cabeza, disfruta el momento que tienes la suerte de poder vivir.
- Intenta llevar una bicicleta que no te vaya a dar problemas, esto no quiere decir que te tengas que gastar un dineral en la misma, simplemente que sea de mediana calidad y que no esté en demasiado mal estado, yo no he tenido ni un solo problema mecánico pero no quiero imaginarme lo que puede ser que encima del cansancio acumulado la bici te complique la vida.
- Total kms. recorridos 2701 - 1883 = 818 kms.
- Te recomiendo que metas todo en bolsas, yo compré antes de mi partida bolsas de esas que tienen un cierre hermético por presión y que son una maravilla, ya que aunque entre agua en las alforjas, todo lo mantendrás seco
Calificaciones y resumen de los albergues en los que me he alojado

- Zizur Menor: Albergue de Maribel Roncal (Privado) 4 estrellas, buenas instalaciones, limpio, tiene un jardín digno del mejor vergel, Maribel es un encanto de mujer, tienen sitio para las bicis Muy recomendable. Precio 7 €.
- Viana: Albergueria Andres Muñoz (Privado) 3 estrellas, buenas instalaciones, aunque un poco angosto en las habitaciones, limpio, los hospitaleros muy agradables. Tienen sitio para las bicis. Recomendable. Precio 4 €
- Sto. Domingo de la Calzada: Albergue de la Cofradia del Santo (Asociación), 1 estrella, instalaciones mejorables, no muy limpio, muy bonito el edificio pero nada mas, los hospitaleros poco amables. Tienen sitio para las bicis. No Recomendado. Precio 3 €.
- Rabé de las Calzadas: Albergue Virgen de la Guia (Privado) 4 estrellas, pequeño pero cuidado excelentemente, ademas sus hospitaleras son las personas mas educadas y amables que he conocido, también dan de cenar y desayunar. Tienen un garaje para las bicis. Muy Recomendado. Precio 6 €.
- Boadilla del Camino: Albergue En el Camino (Privado) 5 estrellas, bonito, limpio, grande, espacioso, con restaurante, el mejor albergue de todos en los que he estado además la familia que lo llevan son una maravilla, te lavan y te secan la ropa si quieres por 6 €. Tienen sitio para las bicis. Muy recomendado. Precio 6 €.
- Sahagún: Albergue de peregrinos Cluny (Religioso) 3 estrellas, muy bonito se encuentra en el interior de una antigua iglesia todo de madera, limpio, pero las instalaciones mejorables. Tienen sitio para las bicis. Recomendado. Precio 4 €.
- Villadangos del Páramo: Albergue de Villadangos (Municipal) 2 estrellas, si tienes suerte de coger cama no esta mal, pero si te toca una litera de las de 3 alturas la cosa cambia, instalaciones mejorables, la hospitalera aparece por allí a determinadas horas. No tienen sitio para las bicis. Poco Recomendado. Precio 4 €.
- Rabanal del Camino: Albergue del Pilar (Privado) 5 estrellas, limpio, acogedor, con muchos españoles, en verano tiene una terraza maravillosa, las literas son nuevas y buenas. Se puede desayunar y cenar. Tienen sitio para las bicis. Muy Recomendado. Precio 5 €.
- Triacastela Albergue Aitzenea (Privado) 3 estrellas, algo apretado pero los hospitaleros son muy buenos, te lavan y te secan la ropa por 4 €, tienen garaje para bicis. Recomendado. Precio 6 €.
- Eirexe. Albergue de Eirexe (Xunta) 3 estrellas, pequeño pero amigable, relativamente limpio. No tienen sitio para las bicis. Recomendado. Precio la voluntad.

sábado, 8 de mayo de 2004

Camino de Santiago 2004 (Etapas 10-11)



Cómo ya intuía yo la noche ha sido movidita en cuanto a ronquidos se refiere, pero bueno tenemos el aliciente: llevamos toda la ropa limpia y seca lo cual es de agradecer, después de levantarnos, recoger y organizar todo nos vamos a desayunar en un bar al lado del albergue, después de un buen desayuno toca comenzar a dar pedales de nuevo, en estos momentos, por lo menos a mi, me asaltan las dudas de siempre ¿qué o quien me ha mandado venir a mi hasta aquí a darme estas palizas cada día sin un fin exacto ni definido?, quizá es una forma de comenzar a reflexionar y de esta manera tener la mente entretenida para así por ejemplo no acordarte mas de lo debido de tu casa o de tu familia, o quizá es el cansancio acumulado que va haciendo mella, lo comento esto con los Vitorianos y Sonia me dice que ella comienza a estar un poco harta de todos los días lo mismo, pedalear, buscar albergue, dormir, pedalear, buscar albergue, dormir . . . yo no es que esté harto pero si pienso que por ejemplo hacer el camino de Santiago caminando desde Roncesvalles pone a prueba no solo tu capacidad física sino que la principal asignatura a aprobar es tu condición psicológica, pensar que como mínimo son 24 o 25 días andando repitiendo el ritual anteriormente contado, no creo que sea fácil superarlo. Para salir de Triacastela y llegar a Sarriá hay dos caminos posibles, se puede hacer por San Xil o por Samos, yo el año pasado fui por San Xil y puedo decir que es verdaderamente duro, eso sí el paisaje por el que discurre el camino es precioso, de lo más bonito que he encontrado en el todo el camino, por lo tanto esta vez decido ir por Samos, ellos me dicen que también se vienen por aquí, como es casi todo bajada en poco tiempo nos plantamos en el monasterio de Samos, impresiona mucho este sitio, es grande, se le ve con solera, allí en medio del valle, todo de piedra, imagino que pasar una noche en su interior tiene que ser una experiencia muy bonita. A la salida de Samos hacemos unas cuantas fotos en una especie de monumento a los peregrinos y continuamos hacia Sarriá.

Se nota que hemos entrado en Galicia, la orografía ha cambiado completamente, aquí no hay mas de 100 metros de tramo llano todo el rato es subida o bajada, las bajadas cabrean bastante aunque pueda parecer lo contrario ya que sabes que al poco tiempo tendremos una subida que normalmente será más dura que la anterior, es un rompepiernas constante, me recuerda mucho a La Rioja aunque aquí el paisaje es completamente diferente. Antes de llegar a Portomarín paro a comer un bocadillo y mientras espero a que lleguen los chicos de Vitoria veo una práctica que a partir de ahora será muy habitual, un grupo de peregrinos van circulando alegremente charlando, con cascos y radiocasete portátil, sin mochilas, vestidos y calzados a la ultima, Gore-Tex por doquier y al poco rato pasa una furgoneta completamente cargada de mochilas, desde que hemos entrado en Galicia los peregrinos "de bote" han salido como conejos, no es que tenga nada en contra de ellos, solo me joroba que luego ellos llegan a los albergues y en muchos de ellos ya tienen cama reservada mientras que otros llegan a continuación con su mochila a cuestas y muchos mas kilómetros en sus espaldas y tienen que dormir en el suelo, entiendo que esto es muy difícil por no decir imposible de controlar. En el bar donde estoy esperando tras la barra del bar hay un paisano la mar de amable y simpático, es madridista hasta la médula comentamos el partido que hizo ayer el Real Madrid perdiendo con el Deportivo y le llevan los demonios, máxime cuando le insinúo la posibilidad de que el Barça nos adelante en la clasificación, él dice que le da igual haber perdido la liga, la copa, la champions pero que los catalanes se pongan delante no, me río un buen rato con él porque se le ve un hombre majo, cuando llegan Venan y Sonia y tras atenderlos se sienta a charlar con nosotros como si nos conociéramos de toda la vida, da gusto encontrar gente tan sencilla.
Tras un buen almuerzo continuamos dirección Portomarín, aunque es bajada todo, a Sonia se le nota en la cara y en la forma de pedalear que hoy no está tan redonda como estos días atrás y por lo tanto no sé que problema tendrá pero no va bien, la verdad que me da un poco de algo parecido a pena ya que ella lo que quiere es acompañar a su marido pero este o no se da cuenta o no quiere verlo, el caso es que la situación me resulta un poco incomoda. Al llegar a Portomarín subimos al pueblo para hacernos una foto en la iglesia reconstruida piedra a piedra desde la antigua ubicación antes de que el embalse de Belesar lo inundara, también paso por el sitio donde el año pasado me caí con la bici y me jorobé un dedo de la mano izquierda, que algún día todavía después de 8 meses me duele un poco. La salida de Portomarín es constantemente en subida yo voy a mi ritmo paro de vez en cuando para descansar y tomar algo en los sitios habilitados por la Xunta al efecto, charlo con algunos peregrinos "de bote" a los cuales cuando les digo que vengo desde Roncesvalles ponen cara de asombro y exclamación, el día esta medio lluvioso, medio caluroso, amenaza tormentas en fin clima gallego, sobre las 15 horas circulando por el camino llego a Eirexe y paso por la puerta de un albergue que me gusta desde fuera, entro a preguntar y me encuentro con una abuelita de muchos muchos años a la cual han dejado a cargo del albergue pero que la pobre no sabe ni escribir con lo cual después de preguntar si hay sitio para tres ciclistas me dice que aunque se debería de esperar, como no hay mucha gente que si, que me aloje allí, me inscribo yo mismo ya que como he dicho anteriormente la abuelita no sabe ni escribir, me sello la credencial y llamo a Venan y Sonia para decirles que me voy a quedar en este albergue que pasaran por la puerta del mismo, allí les espero.

Después de esperar bastante tiempo como una hora y media aparecen estos chicos y Venan trae mala cara, nada más llegar me dice que le estamos volviendo loco, que el no quiere hacer esto así, etc. yo como tengo por costumbre no discutir con nadie y menos estos días que estoy de un relajado que me salgo, me doy tranquilamente la vuelta y me marcho. Sonia me pide perdón la mujer y se excusa de su marido, la digo que no se preocupe que no pasa nada que ella no tiene la culpa de nada etc. aquello me sienta a cuerno quemado pero bueno decido que lo mejor que puedo hacer ya que no tengo hambre y ahora mismo el único bar que hay en el pueblo esta cerrado y ya es tarde para intentar comer que lo mejor es echarse un ratito de siesta, cosa que hago sin dudarlo. Después de dormir plácidamente me voy a dar una vuelta por esta pequeña aldea, me dice un nieto de la abuelita que hace de hospitalera que en el bar que esta mas abajo se puede cenar bastante bien, como son casi las 7 de la tarde decido irme a ver si me dan algo de comer, al subir a la habitación por educación se lo digo a Venan que me voy a comer algo que si se viene y me dice que sí, Sonia tiene cara de pocos amigos y dice que no le apetece, mientras que vamos circulando Venan me pide disculpas por su calentón de antes y me da una serie de excusas que no me convencen en exceso, mi intuición me dice que llevamos ya mucho tiempo juntos y que lo mejor que puedo hacer es seguir como tenía que haber continuado, solo. Como puedo y ya que no me apetece discutir capeo el temporal y charlamos un rato mientras cenamos (a las 19,30 como los peregrinos extranjeros) unas magnificas costillas adobadas. Tras la cena llegamos al albergue, escribo un poco estas notas como casi todos los días y dejo todo preparado para mañana por la mañana salir rápido de allí, a las 21,00 estoy metido en el saco y con ganas de dormir.


Después de una noche larga, (me he despertado varias veces un poco obsesionado con el tiempo por ver si llovía y un poco dolido por el mal rollo con Venan) sobre las 7 de la mañana que ya se han marchado todos los peregrinos me levanto, tengo claro que a partir de hoy toca volver a circular solo, me joroba bastante esta situación y por ello hay que zanjarla, así que volvemos a los viejos tiempos. Me preparo todas mis cosas rápidamente aprovechando que no se han levantado mis excompañeros de viaje, cargo todo en la bici y cuando estoy a punto de salir bajan ellos a cargar sus bicis, les digo que voy a ir tirando despacito y que más adelante les esperaré, me sabe muy mal por Sonia ya que a ella se la lee en la cara que está con no demasiado buen humor y tiene claro que no los esperaré, así que sin más me voy.
Como voy solo decido que intentaré, mientras el tiempo lo permita, hacer el máximo de camino y así lo hago además este está en excelente estado ya que se encuentra un poco mojado pero no hay barro lo cual hace que la bici circule estupendamente por estos parajes, hay fuertes rampas pero como no tengo prisa y la mañana está fresquita amenazando con llover en cualquier momento no se suda, solo me tengo que bajar de la bici para superar una especie de trialera una vez. Voy atravesando pequeñas parroquias o aldeas con sus bonitos pazos, no paro de hacer fotos y de que me hagan fotos los numerosos peregrinos que voy encontrando en mi ruta, a la salida de una aldea de estas me encuentro a varios coches llenos de mochilas de peregrinos cuyos conductores se encuentran almorzando con los peregrinos "de bote" propietarios de las mochilas.

Mi idea inicial para hoy era llegar hasta el Monte del Gozo, hacer noche allí y mañana por la mañana entrar en Santiago, pero al llegar a Melide veo que es pronto y que voy muy bien de tiempo lo cual hace que me empiece a rondar una idea por la cabeza, si aprieto un poco puedo llegar casi a la hora de comer a Santiago, hacer todas las gestiones por la tarde y esta noche me marcho para mi casa que ya llevo 11 días fuera de ella y me está empezando a entrar esa famosa morriña gallega, así lo hago aprieto fuerte y los kms. van cayendo rápidamente se nota que el paso de los 11 días por mis piernas ha sido positivo, hasta yo mismo en algunos momento me quedo un poco impresionado, sitios donde en otros momentos habría tenido que meter mucho desarrollo lo subo sin mucha dificultad, la bici la llevo de lado a lado casi como cuando no tenía alforjas, las bajadas ya se hacen a saco, nada que ver con los primeros días que ibas pendiente constantemente por si dañara el portabultos o el equipaje (se va perfeccionando la técnica) en el fondo quizá también me esté ayudando mucho las ganas de ver de nuevo a mi mujer y mi hija.
En las cercanías del aeropuerto de Santiago me hago la típica foto en una piedra labrada que por primera vez indica que has llegado a Santiago, me la hacen un grupo de peregrinas que cuando les digo que vengo desde Roncesvalles, no se lo creen, me dicen que en esta época debe de ser muy duro, que si vengo solo, que cuantos días, me hacen un interrogatorio en toda regla, no quiero cortarlas por educación pero tengo prisa (la primera vez en todo el viaje) por llegar a Santiago a organizar mi viaje de regreso. Llegando ya al Monte del Gozo, recuerdo perfectamente por el año anterior que hay unas rampas de cuidado para subir al puñetero monte, y efectivamente este año con las alforjas son todavía peores, además después del sobresfuezo por intentar llegar pronto hoy aquí más si cabe. Según voy adelantando a peregrinos, aunque voy reventado les voy dando ánimos (¡¡ buen camino !! ¡¡ ánimo que ya queda poco !!) y ellos hacen lo propio conmigo con una cara que esboza su alegría, a veces en francés, a veces en inglés, a veces en alemán, a veces solo con una sonrisa pues no pueden hablar del esfuerzo pero la cercanía a Santiago cambia sus caras.

Por fin llego al monumento que conmemora la visita de Juan Pablo II en el alto del Monte do Gozo, subo la última cuesta, apoyo mi bicicleta y aunque soy una persona tímida y no muy amiga de llamar la atención por mi gran sentido del ridículo no puedo por menos que levantar los brazos y dar cuatro gritos al aire, un francés que se encuentra por la parte trasera del monumento al verme como si de repente hubiera desaparecido su vergüenza también hace lo mismo celebrando que ya está aquí, me río yo de la descarga de adrenalina que se produce al montar en una montaña rusa o hacer un deporte de riesgo, hacer esto me deja desinflado como si fuera un globo y alguien hubiera abierto la válvula por la cual se sopla. No tengo mas remedio que sentarme en un kiosco cercano y pedir algo de beber, no hace día para sentarse en las mesas, pues cae un chirimiri constante desde hace un buen rato ya que aunque quiero llegar pronto a Santiago, también quiero disfrutar este momento. En el kiosco tienen sello que no dudo en poner como último en mi credencial, mientras lo estoy poniendo llegan unos peregrinos que son un padre con sus dos hijos vienen desde Oviedo por el camino norte y charlamos un rato, me comentan que aquel camino no es transitable en bici, está muy abandonado además de que circula por zonas montañosas un porcentaje importante de su trazado, la chica lleva una mochila inmensa no me extraña que se queje del peso que lleva, lo que no se es como ha conseguido llegar hasta aquí con todo eso encima.
Tras un rato de amigable charla me tiro cuesta abajo (literal) dirección al albergue-campamento del Monte do Gozo, me paro en la puerta y observo aquel macroalbergue con música sonando, autoservicio, restaurante, bar, etc. todos los servicios, hago un par de fotos y continuo hacia Santiago, tengo que bajar unas escaleras con la bici a cuestas ya que esta ruta está pensada para caminantes, continuo por la carretera que entra en Santiago con un tráfico enorme, y ya estando en el casco urbano pregunto a un chico como se llega lo más rápido posible a la catedral, me señala al suelo para indicarme las flechas amarillas, esas flechas que llevo siguiendo durante los últimos 11 días o los últimos 800 kms. de la emoción de encontrarme llegando a Santiago ni las había visto, me dice que ese es el camino francés el bueno, que las siga y en 5 minutos estoy en la catedral. Así hago, las sigo, eso sí yendo en dirección contraria, pero me da igual, voy adelantando peregrinos que al igual que yo van muy rápido pues algo les va empujando sin darse cuenta. Estando ya casi en la catedral decido que voy a hacerlo al contrario, primero voy a ir a la oficina del peregrino (o como se llame) a que me den la Compostela, intento organizar mi viaje de vuelta (bueno el mío y el de mi fiel compañera) y luego voy a ver a Santi, llego a la plaza de platerías, me acerco a la oficina y le pregunto a un chico que hay en la puerta si puedo dejar allí aparcada la bici (hay unas barras colocadas en el suelo a tal efecto), me dice que por supuesto, dejo la bici y subo a obtener mi credencial, relleno un impreso, me ponen el último sello y me dan mi Compostela, en la cual pone bien clarito "Annus Santus", pregunto la forma de mandar la bici a casa, me dan información de cómo mandarla con ellos, veo que el viaje en avión sale caro y pregunto dónde está la estación de autobuses, me dan un plano de la ciudad y me indican amablemente como llegar, a la pregunta de si me voy a quedar a la misa del peregrino con gran dolor les tengo que decir que si consigo encontrar la forma de regresar esta tarde a mi casa pues que no me quedaré, me despido de estas amables señoritas y me voy hacia la Catedral.
Subir las 23 escaleras que me separan del pórtico de la Gloria hace que se me ponga la carne de gallina, hace 3 semanas aproximadamente había estado con unos amigos y mi familia visitando Santiago aprovechando la Semana Santa, y claro no tiene nada que ver como las subí entonces a como lo hago ahora, es difícil por no decir imposible sin que pueda parecer cursi expresar con palabras esas sensaciones, por un lado voy dando gracias a mi mujer por haberme permitido escaparme estos días sin poner en ningún momento una mala cara, dándome ánimos siempre para cumplir este pequeño sueño, me acuerdo mucho de mi hija la cual a sus 5 años me dice que cuando sea un poquito mas mayor se va a venir conmigo en su bici a hacer el camino, porque si esperamos mucho yo seré muy viejito y no podré hacerlo, me acuerdo de un par de amigos que recientemente nos han dejado (Enrique y Ramiro D.E.P.), doy gracias porque la salud y la suerte me han permitido llegar hasta aquí sin haber tenido ningún percance, y por qué no decirlo hincho pecho porque una cosa que me prometí y me propuse a mí mismo he conseguido acabarla. Todo esto y más se me viene de golpe a la cabeza mientras me voy acercando a la entrada a la catedral, cruzo la puerta y allí está el pórtico de la gloria, una obra digna de admirar durante mucho tiempo, como ya he dicho en otras ocasiones no soy un gran amante de las piedras, pero reconozco el trabajo bien hecho y la belleza, no hay nadie haciendo cola para poner la mano y darse los croques, me admira esto, pongo la mano en la columna donde anteriormente la han puesto miles, o cientos de miles, o millones de peregrinos, doy media vuelta a la columna y doy los croques en la cabeza del maestro Mateo para ver si se me pega algo de su infinita sabiduría y luego me siento unos minutos en un banco de la catedral y lo poco que quedaba de mí por desinflarse desde el Monte do Gozo acaba por salir aquí, dentro me queda una sensación de paz y tranquilidad imposible de contar. Minutos después me dirijo a abrazar a Santi, le han quitado la capa (será por el trabajo extra que tiene ahora con el jacobeo) está frío y luego bajo a ver su tumba, rezo un momento y doy una vuelta por la Catedral, da gusto poder transitar por ella y admirarla sin los agobios que por aquí son habituales, hago unas fotos y me marcho.

Después de vivir estos cortos pero intensos momento, salgo de la catedral y me dirijo a recoger a mi compañera, me hago las fotos que atestiguan mi paso por Santiago y dejar constancia gráfica de los kilometros acumulados en su marcador y que luego valdrán para que mis amigos me digan que con el Photoshop hoy día se hacen maravillas, tras una intensa sesión fotográfica me voy hacia la estación de autobuses a ver si hay autobuses esta tarde para Madrid, la cuesta arriba cargado ya no es problema, la bici casi sube sola, me acerco a la estación pero no encuentro la entrada de personas, entro por la salida de autobuses, allí ato la bicicleta a una barandilla y me dirijo a pie a buscar las taquillas. Por fin las encuentro, busco la de Alsa-Enatcar y pregunto a que hora hay autobuses para Madrid, me dice la chica que a las 16,30 h. sale uno de la clase Supra, (estos no paran en todo el trayecto, te dan de merendar, llevas revistas y periódicos, tiene servicios en el propio autobús, un lujo) le pregunto si puedo llevar una bicicleta, a lo cual me responde que si, que me tiene que cobrar 3€ mas pero que la puedo llevar como equipaje, veo el reloj y son las 15,35, le digo que me dé un billete, bajo a por la bici, cojo ropa de persona normal para poder cambiarme y en un servicio que huele fatal y está muy sucio me cambio como puedo, me quito mi indumentaria, me pongo ropa limpia (sin ducharse, ya sé que es una guarrería pero en ese momento no podía hacerlo de otra manera) y una vez cambiado tengo que recoger todo de manera que me entre en las alforjas que son mi equipaje, como puedo lo meto todo y me dirijo a comer algo, son casi las 4 de la tarde y no he comido nada. En la cafetería de la estación me tomo unos pintxos con un par de cervezas que me saben a caviar beluga compro una revista de motos para tener lectura en el viaje y me dirijo al andén.

Desmonto la rueda delantera de la bici para poder meterla en el autobús, ya que si no es así no entra, la sujeto a la bici con un pulpo, suelto la dirección para que ocupe menos y lo dejo preparado para cuando venga el autobús. Son las 16,25 y en el andén 19 que pone en el billete no hay ningún autobús, además no hay nadie en el mismo, me pongo un poco nervioso, pero en 2 minutos aparecen por allí varias personas y a las mismas 16,30 llega el autobús, para rápidamente subimos los equipajes, mi bici y mis alforjas a la bodega del autobús y yo para arriba, en 10 minutos estoy saliendo de Santiago, se me vienen a la cabeza un montón de gratos recuerdos (los malos momentos, se olvidan rápido) vividos en estos 11 días, hago memoria de algunos de los sitios por los que he pasado, ciudades grandes como Pamplona, Burgos, León o Logroño, pequeñas aldeas como las que atraviesa el camino a su paso por Galicia, momentos agradables como por ejemplo las sobremesas después de cenar en algunos de los albergues en los he pernoctado, la variedad de incidencias climatológicas vividas (calor, frío, lluvia, nieve, granizo, viento), la diferencia de estado de los caminos dependiendo de porqué comunidad autónoma circularas, la cantidad de personas conocidas con las que he entablado conversación a lo largo de estos días. El ronroneo del autobús, los suaves movimientos que su cómoda butaca me proporcionan, el cansancio y el bajón que estoy sufriendo en estos momentos hace que en poco tiempo me quede dormido, dando por concluido con esto el relato de mi Camino de Santiago 2004.
FIN

viernes, 7 de mayo de 2004

Camino de Santiago 2004 (Etapas 7-9)

Día 7. Viernes 30 de Abril de 2004 Sahagún – Villadangos del Páramo 80 kms.

Los ronquidos de mi amigo inglés han incordiado pero poco, cuando a las 6,30 de la mañana la mayoría de los peregrinos de a pie se están levantando, el inglés pone pie a tierra pero cuando mira el reloj y ve la hora, su cara y su expresión lo dicen todo ¡¡Crazyyy!! mientras gira su dedo índice sobre la sien izquierda y se mete de nuevo en el saco. Sobre las 7 decido levantarme, me aseo, recojo mis cosas y cargo la bici, Venan y Sonia hacen lo propio en la suya y nos vamos a desayunar al bar que está frente al albergue, desayunamos, nos preparamos para no mojarnos ya que esta chispeando y comenzamos a pedalear.
Hoy lo podría definir como el día del ¡¡¡ AIRE !!! así con mayúsculas y admiraciones, nada mas salir comenzó a soplar un fuerte viento de cara que nos acompañó durante los 80 kms. de la etapa, constante, sin parar, a veces racheado, pero siempre en contra, cada vez comprendo mas a los ciclistas profesionales, esto acaba minándote la moral, ves que haces un gran esfuerzo y que no avanzas, donde normalmente circulas a 20-22 kms./h no era capaz de pasar de 10-12 kms./h y en las cuestas arriba como es de imaginar peor todavía. Desde Mansilla de las Mulas hasta León el aire es insufrible, en varias ocasiones estoy tentado de bajarme de la bici e ir andando, cuando vamos llegando a León nos pilla una pequeña tormenta que acaba de rematarnos, de hecho entramos a visitar la parte antigua de la ciudad solo por quitarnos un rato del viento, me hubiera gustado hacerlo mas detenidamente pero solo de pensar que luego queremos continuar y que el viento nos está esperando nos deprime un poco. Después de dar una vueltecilla por la parte vieja de la ciudad, ver la catedral y demás continuamos camino en dirección Virgen del Camino, salir de León al mediodía es peligroso por el numeroso tráfico que poco respeta a los ciclistas, de hecho a Sonia están a punto de atropellarla una vez y encima luego se cae de la bici también, cuando por fin nos quitamos el tráfico y salimos de León ¿sabéis que nos encontramos?, pues si otra vez el puñetero viento de cara, por fin en la Virgen del Camino paramos en un bar a comer algo ya que vemos que no llegamos a Villadangos con hora de comer. Comemos muy bien atendido por una señora que si es la dueña del bar fijo que se arruinará porque se la nota a la legua que le da al aceite de uva en dosis intensivas, eso sí es muy amable y nos atiende estupendamente, ademas de comer de maravilla.

Después de una buena comida lo que menos apetece hacer como podéis imaginar es montarse de nuevo en la bici para dar pedales con el viento en contra, pero como somos animales de costumbre así lo hacemos, los 25 kms. aproximadamente que nos separan del albergue se hacen eternos, por lo menos no es cuesta arriba, pero con este viento casi como si lo fuera, recuerdo que en Septiembre del 2003 pedaleando por estos andaderos íbamos a 25-28 kms./h y ahora no soy capaz de pasar de 12 kms./h , deprimente. Por fin después de un tiempo que se me hizo eterno llegamos a Villadangos del Páramo, me hubiera gustado continuar hasta Hospital de Órbigo pero estoy reventado, entro en el albergue y como no hay hospitaler@ ya que est@ viene a unas horas determinadas nos alojamos en unas literas de tres alturas bastante sucias, por cierto, las de arriba del todo que son las que nos tocan, nos duchamos con agua templadita solamente y nos vamos a hacer algo de compra para la cena, damos una vuelta por Villadangos, nos tomamos un café con unos bollos riquísimos en una cafetería de la carretera, posteriormente volvemos al albergue y cuando llegamos veo que ya está la hospitalera allí, ha abierto otra ala del albergue donde hay muchas camas libres, así que rápidamente se lo digo a mis compañeros de viaje y cambiamos nuestra ubicación, no tiene nada que ver este sitio con el otro, más amplio y sin vecinos arriba ni abajo.


A las 20 horas estoy cenando algo de fiambre y fruta, mientras ceno coincido con dos bicigrinos que también echan pestes del día por el viento de cara, además de que los que van a pié que yo pensaba que no les afectaba tanto el viento dicen lo mismo que nosotros que casi prefieren el agua que el viento, todos estamos muy cansados. Sobre las 20,30 horas estoy metido en el saco, hay luz solar de sobra todavía pero la paliza que me ha infringido el viento me ha roto completamente, me pongo mis tapones y al sobre.


Día 8. Sábado 1 de Mayo de 2004 Villadangos del Páramo - Rabanal del Camino 50 kms.


He dormido de maravilla, no me he enterado absolutamente de nada, no hay nada como estar cansado y no tener roncadores cerca para descansar bien, nada más despertarme y mirar por los grandes ventanales que tiene el albergue mis sospechas se confirman, para ser las 7 de la mañana está bastante oscuro ¿estará lloviendo?, pues sí, efectivamente está lloviendo como si no lo hubiera hecho en la vida, con esta perspectiva salir del saco de dormir cuesta bastante, apetece bastante más darse la vuelta y continuar calentito dentro del mismo, pero Santiago nos espera y no le apetece esperar mas, así que haciendo un gran esfuerzo como imaginarás, salgo del saco, me aseo y recojo mis cosas, Venan y Sonia hacen lo mismo, sacamos todo tipo de protecciones contra la lluvia y después de desayunar el sempiterno cutrechocolate y cargar la bici nos ponemos en marcha. Como es de imaginar vamos por la carretera, el andadero que hace las veces de camino y que va paralelo a la carretera a pesar de ser excelente en esta parte, hoy no está para ir por él, lo peor de todo no es tener que pedalear bajo la lluvia, lo peor es cuando te adelanta algún camión, en ese momento la lluvia pasa a convertirse en horizontal en vez de vertical como hasta momentos antes, un curioso fenómeno a estudiar. Poco a poco voy notando como mis pies van tomando un grado de humedad cada vez mayor, un gran fallo por mi parte no ponerme bolsas de plástico entre las zapatillas y los calcetines, después de pasar Hospital de Órbigo me meto en una gasolinera para intentar secarme los pies ya que tengo un frío grandísimo, le pido al gasolinero un par de bolsas de plástico, las cuales me da amablemente, al quitarme las zapatillas el agua sale de las mismas a chorro (literal), me seco como puedo los pies con papel de la gasolinera, me pongo calcetines secos, las bolsas y las zapatillas, esto es otra cosa, menudo cambio, todo esto haciendolo sentado en el suelo entre dos surtidores de gasolina por un momento me siento como un homeless y la verdad que es una sensación que no me agrada en absoluto.

Mientras voy pedaleando bajo la lluvia tengo una duda constante que se me viene a la cabeza, ¿qué joroba mas, pedalear bajo el agua o contra el viento?, la verdad es que no es fácil de responder esta pregunta, personalmente pienso que si vas bien equipado es mejor ir bajo la lluvia, ya que de esta te puedes proteger cosa que del viento es imposible, pero claro cuando llegas a tu destino todo está mojado y hay que secarlo y secarte tú, lo que complica la intendencia bastante. En estos y otros pensamientos me ando como por ejemplo en que leches hago yo aquí el día del trabajo que se supone que es para descansar dando pedales bajo la lluvia antes de llegar a Astorga, cuando me empieza a dar la impresión que el agua cae muy despacio como si pesara menos que hace un rato, y fíjate tú que encima parece de color blanco y no trasparente como hace un rato, y también hace más frío que hace un rato, pero ¡¡¡ leches si es que está nevando !!! una sensación rara y nueva para mí esa de dar pedales bajo un nevada, no es que fuera muy intensa pero si lo suficiente para comenzar a pintar de blanco ligero las cunetas de la carretera. En poco tiempo me planto en Astorga, subo a la parte antigua de la ciudad, no sin antes superar una buena rampa y espero la llamada de Venan y Sonia, yo no tengo su teléfono, como no me llaman, estoy mojado y tengo frío decido tirar dirección Rabanal ya que ellos van a tener que pasar por allí, cuando voy saliendo de Astorga los veo, decidimos parar a tomar algo calentito y de paso cambiarnos y secarnos un poco, nos metemos en una cafetería y los que allí están cuando nos ven no pueden evitar poner una cara de estar pensando, pero donde irán estos tíos con el día que hace, montados en la bici y con esa pinta que llevan.
Nos tomamos un café caliente con unos buenos pasteles de Astorga, y le pedimos al de la cafetería si nos puede dejar alguna bolsa, el hombre amablemente se apiada de nosotros y nos da unas bolsas grandes que nos llegan hasta la rodilla, además de dejarnos un rollo de cinta de embalar para que así nos peguemos bien las bolsas y no nos entre agua, muchas gracias desde aquí. Salimos de Astorga hacia Rabanal, a partir de ahora es todo cuesta arriba, unas veces más fuerte y otras más suaves, pero siempre hacia arriba, según vamos subiendo cada vez se ve más oscura la subida al monte Irago o a la Cruz de Ferro como queramos llamarla, el sol intenta asomarse de vez en cuando entre las nubes pero estas son numerosas e intensas y se lo impiden.
Antes de llegar a Rabanal en las primeras rampas fuertes me he parado para hacer unas fotos y esperar a Venan y Sonia, les propongo que viendo como va a estar la subida porque no nos quedamos en Rabanal del Camino, nos alojamos en el hostal El Refugio que ya lo conozco del año pasado y así podemos secar las ropas bien, Venan me dice que su hermana va haciendo el camino a pie y esta un poco más adelante, hoy llegará a Ponferrada, han hablado con ella y les espera allí, ellos prefieren continuar, les aviso de que si aquí hace mal tiempo cuanto mas arriba peor pero ellos han decidido continuar, yo por el contrario me quedo en Rabanal, me gusta este pueblo tengo buenos recuerdos del año pasado, así que les digo que ya mañana si puedo intentaré contactar con ellos. Al ir llegando a Rabanal comienza a caer una granizada importante, me meto en el albergue El Pilar y no paro de acordarme de estos chicos (al otro día me contarían que les granizó, les nevó, como iba a pasar la vuelta les paró la Guardia Civil y no les dejaba continuar, sin sitio donde resguardarse y encima en la bajada con todo empapado lo pasaron fatal, sin sentir las manos, en fin, un caso) por lo mal que lo van a pasar por haber quedado con su hermana yo como desde un principio me planteé el camino como un recorrido en bici no como una contrareloj respeto mucho su decisión pero creo que no es la mejor forma.

Al entrar en el albergue, me meto como puedo bajo un techo que el verano pasado nos servía de alivio para soportar el calor que hacia en estas latitudes (32º en septiembre, en la provincia de León y casi a finales de septiembre no son nada normales) y hoy me sirve para quitarme el granizo, cuando ha parado un poco salgo y voy a preguntar a los hospitaleros si hay sitio donde alojarse, y la hospitalera al verme lo primero que me dice es -" tu has estado anteriormente aquí ¿verdad?", a lo que contesto afirmativamente un poco sorprendido, y le digo -"que buena fisonomista eres", se ríe y me dice que no hay problema, todavía es pronto y hay sitio de sobra, cojo mis cosas, guardo y ato mi bici y me alojo, como hay poca gente y por allí hay una estufa de gas completamente olvidada, monto un tenderete con bordones que encuentro por allí mas perchas mas unos imperdibles para poder secar la ropa empapada que traigo en las alforjas, menos mal que se me ocurrió antes de venir meter todo en bolsas con cierre hermético, ya que aunque las alforjas laterales no han calado absolutamente nada, en la superior a través de las cremalleras si ha entrado algo de agua, pero como todo iba en bolsas no se ha mojado nada.

Después de asearme cambiarme y recoger mis cosas es hora de irme a comer, cuando salgo del albergue veo que esta la Guardia Civil cortando el tráfico para que pase la vuelta, me espero para ver a los ciclistas (ya somos casi conocidos) que con el día que hace me dan una pena añadida, y decido que hoy me voy a dar un homenaje comiendo, se que en un restaurante llamado La Posada de Gaspar se come estupendamente, así que decido ir para allá y comer como un señor, al entrar me encuentro a los bicigrinos que vi el día anterior en Villadangos del Páramo, opinamos lo mismo con el día que hace no merece la pena subir a la Cruz de Ferro, así que ellos también han decidido alojarse aquí en la Posada de Gaspar ya que uno de ellos tiene algo de fiebre debido al chaparrón de esta mañana, se están tomando un estupendo cocido maragato, yo como homenaje me tomo de primero una señora ensalada con tomates de los de verdad, de los que saben a tomate, y de segundo un entrecot de buey rico rico, todo ello regado con un excelente Rioja de la casa de la cual doy cuenta en 3/4 partes de su contenido, de postre me tomo una cuajada con miel de esa que parece que estas tomando tierra, osea miel de verdad, para rematar la faena un café y un chupito de orujo me mandan directamente al albergue a echarme una siesta de pijama, orinal y padre nuestro.
Al despertarme de mi letargo vespertino entablo conversación con dos peregrinas Mª Jesús y Ana, son de Valladolid y Granada respectivamente, Mª Jesús es más seria pero Ana está todo el rato riéndose y contando anécdotas suyas o de su tierra, además no para de hablar en ningún momento, luego se nos une Joaquín un pacense jubilado que tiene un sentido del humor muy fino, decidimos darnos una vuelta por Rabanal ya que hace una tarde no muy mala, después de ver una iglesia que han abierto para enseñársela a un grupo de peregrinos de esos que yo llamo "de bote" (tienen el coche aparcado en la entrada de Rabanal, pero eso sí llevan lo ultimo de lo ultimo de Coronel Tapioca) esta recién restaurada y aunque es pequeña es muy bonita y acogedora. Luego nos vamos a tomar un café a un bar cercano tiene una musiquilla muy agradable y entre los cuatro tenemos una tertulia de lo mas animada. Posteriormente nos volvemos al albergue y al llegar veo a un chico que casi no puede andar tiene una tendiditis de caballo en el pie, cuando le pregunto que le pasa me lo cuenta y yo listo de mí le digo que eso solo se cura con antinflamatorios y reposo, a lo que el con una pequeña sonrisa me contesta que ya lo sabe puesto que es traumatólogo, nos reímos a la par. Como comienza a hacer bastante frío en la calle ya que el sol está comenzando a ocultarse me voy un rato a una especie de sala de estar con chimenea donde he dejado también unas cuantas cosas secándose y de paso aprovechar para escribir algunas notas que luego me ayudaran a redactar este diario que estoy escribiendo, escribo un rato pero decido que como mañana quiero madrugar y debo estar descansado lo mejor que puedo hacer es irme pronto a la cama, cosa que hago, recojo mi tenderete para secar las cosas, organizo mi equipaje para no perder tiempo por la mañana, me despido de l@s peregrin@s que he conocido en el día de hoy y a las 21,30 estoy metido en el sobre.


Día 9 Domingo 2 de Mayo de 2004 Rabanal del Camino - Triacastela 112 kms.


Los ronquidos de uno de mis vecinos de cama han sido de los que casi hacían moverse las paredes, no me extraña que como el mismo reconoce su mujer se alegra cuando le dice que se va a hacer el camino de Santiago (es la 3ª o 4ª vez que lo hace según me contó ayer) ya que de esta manera sabe que duerme plácidamente durante un mes, la compadezco. Como quiero alcanzar a los Vitorianos decido levantarme pronto a pesar que ayer me dijeron que no tuviera prisa ya que iba a hacer bastante frío, recojo todo, cargo la bici y me voy a desayunar a la sala de reuniones del albergue, soy el segundo en llegar Mª Jesús ya se encuentra allí desayunando, pido el desayuno y me traen una bañera de café con leche y una tostada king-size que levantan el espíritu a cualquiera, desayuno rápidamente y con un poco de pena me despido de Mª Jesús, Ana y Joaquín son gente entrañable deseándoles que lleguen pronto a Santiago. No me abrigo mucho porque como conozco el recorrido sé que pronto comenzaré a sudar aunque haga frío y así me ocurre, subo tranquilamente para calentar bien sin forzar en absoluto y en poco tiempo a pesar del frío reinante me empieza a sobrar ropa, la subida se me hace cómoda e incluso diría que hasta corta, al llegar a Foncebadón me hago un par de fotos y me acuerdo de las del año pasado con un sol radiante, mientras que hoy hay un cielo de un color gris plomizo que asusta, después de subir la última y más dura rampa llego a la Cruz de Ferro, son las 8,15 de la mañana y ya hay peregrinos de a pie ¿a que hora han salido? me fotografío en la base de la cruz y le pido a un peregrino ingles que me haga una foto, no tiro piedra porque esta vez he de confesarlo se me olvidó traer piedra desde mi lugar de partida y me parecía hipócrita echar una de por allí, así que ya tengo excusa para volver en otra ocasión.

Después de abrigarme bien, pues quitando un pequeño repecho ya es casi todo bajada, continuo dirección Manjarín con intención de sellar en el albergue de Tomás, así lo hago paro en el albergue hago un par de fotos y entro a sellar la credencial, Tomás tiene como siempre en la entrada un gran termo de café y una cesta llena de galletas para quien quiera tomar algo caliente a cambio de la voluntad, esto no lo he visto en ningún otro albergue, entro dentro y me sella, parece que no tiene muchas ganas de hablar es como si estuviera enfadado por algo, como no tengo muchas o ninguna ganas de incordiarle decido continuar mi camino a todos nos pasa que no siempre tenemos un día afortunado y Tomás no va a ser menos. Según voy por la carretera me voy dando cuenta que en las cunetas de la carretera hay hielo, comienzo a tomar precauciones ya que a partir de ahora hay una fuerte bajada y no quiero ningún riesgo, efectivamente según avanzo veo que el hielo se hace cada vez más presente ahora incluso en el propio asfalto, hago alguna foto para atestiguarlo y además hago alguna foto del monte Teleno que con la nieve que tiene en sus parte alta esta muy bonito. Con bastante cuidado e intentando que la bici no coja excesiva velocidad en la bajada llego a El Acebo pueblo representativo de la maragateria, continuo hacia Molinaseca con bastante cuidado ya que aunque esto ya está mas bajo no conviene bajar la guardia, el descenso es rápido y en poco tiempo estoy fotografiando su famoso puente, de ahí a Ponferrada es un pequeño paseo en el cual ya hay que dar pedales de vez en cuando.

Al llegar a Ponferrada sigo el trazado original del camino y desemboco en el castillo de los Templarios, bonito monumento, hago las fotos de rigor y llamo a los chicos de Vitoria, me dicen que ya están en Villafranca del Bierzo, que van a desayunar, les digo que desayunen tranquilamente que en poco tiempo estoy allí, me meto por la antigua N-VI, aprieto los dientes y con un ritmo de 30-35 kms./h llego en poco tiempo a Villafranca, estos se han marchado pero espero alcanzarlos en poco tiempo, continuo por la antigua N-VI paso el túnel que en otro tiempo era el paso de todo el tráfico entre Castilla y Galicia, no me imagino lo que debería ser circular por este sitio con tanto tráfico y encima muchos camiones además del peligro que esto supone. Se nota que esto es un falso llano ya que aunque doy pedales con ganas no se avanza como antes de Villafranca del Bierzo, el camino ahora discurre por la misma N-VI paralelo al río Valcarce, voy notando que me faltan fuerzas ya que no he comido nada desde mi desayuno de esta mañana en Rabanal, cuando al llegar a Las Herrerías por fin consigo contactar con los Vitorianos les digo que tengo que comer algo antes de enfrentarme al Cebreiro, tomo frutos secos, un bollo que me da Sonia y algo de fruta porque tengo encima una pájara inminente, gracias a esto creo que conseguí llegar arriba del todo no sin antes sufrir lo mío en esta subida. El año anterior la hice toda en bici no tuve necesidad de bajarme pero intuía que en esta ocasión no iba a ser así, los 15 kilos adicionales de las alforjas se notan lo suyo y más en las subidas, así que la parte mas dura del puerto tengo que hacerla andando ni con todo el desarrollo se puede (ojo aquí tengo que hacer una aclaración, la subida a O'Cebreiro se debe de hacer por Las Herrerías, es la parte más corta, hay gente que lo que hace es continuar por la antigua N-VI e ir por Piedrafita de O'Cebreiro, por ahí las rampas son más suaves pero a cambio sé hacen 6 o 7 kms. de más mientras que por Las Herrerías es mas corto pero las rampas llegan incluso al 12 o 13% en algunos momentos) el hecho de bajarme de la bici hace que me duelan los riñones un montón ya que empujando la bici con el peso añadido de las alforjas y la fuerte pendiente a mí personalmente me destrozan.




Con mucho esfuerzo y sudor alcanzamos La Laguna de Castilla aquí paramos a tomar algo en una máquina de refrescos que yo creo que debe de ser la máquina que más dinero facture de este país, después de la sudada de la subida lo que más te apetece es una bebida fresquita, sin tiempo para no enfriarnos continuamos la subida hasta alcanzar O'Cebreiro, que satisfacción, rápidamente me cambio de ropa para no quedarme helado porque como ya me pasó la vez anterior justo al llegar arriba se levantó un fuerte viento helado que unido al sudor del cuerpo te pueden hacer coger una pulmonía en cuestión de minutos. Nos hacemos las fotos de rigor en el cruceiro y en la iglesia de Sta. María de O'Cebreiro con sello en la credencial incluido y aunque es un poco tarde decidimos que allí no comemos es domingo y está lleno de peregrinos en BMW y Mercedes. Les advierto a mis compañeros de viaje que aunque estamos arriba todavía nos queda subir el alto de San Roque y el alto del Poio, partimos rápidamente para así poder encontrar un sitio donde comer, en el alto de San Roque paro a hacerme una foto debajo del peregrino que representa
magníficamente el clima de este lugar viento y frío, continuo y después de un corto pero duro repecho llego al alto del Poio, me dirijo al bar donde paramos el año pasado y les pregunto si nos pueden dar de comer (son ya las cuatro de la tarde) y nos dicen que sí, cuando llegan los Vitorianos se llevan una alegría al tener la mesa prácticamente puesta, nos ponen un caldo gallego muy caliente del cual me tomo 2 platos que sabe a gloria bendita y de segundo una ternera guisada con patatas de la que damos cuenta como auténticos muertos de hambre, que comida mas reparadora, además como fuera hace frío, está encendida la chimenea lo cual hace más acogedor este sitio si cabe.

Después del ratito de reposo tomando un café continuamos hacia Triacastela, ya nos indican en el bar que es todo bajada lo cual anima bastante, y efectivamente es bajada y ¡¡ que bajada !! yo la había hecho por el camino que es preciosa, pero con el día que hace hoy aunque me meto un trozo para ver en qué estado se encuentra, me doy cuenta rápidamente que lo mejor que puedo hacer es seguir los pasos de Venan y Sonia ya que hay mucho barro y el año pasado me pareció peligrosa sin alforjas y con el terreno seco este año mejor ni pensarlo, la bajada a Triacastela es de esas que no te enteras, solo un dato: cuando llegué al final de la bajada miré que máxima me marcaba el cuentakilómetros e indicaba 82 kms./h no diré mas al respecto. En la entrada de Triacastela está el albergue de la Xunta, vamos a preguntar si hay sitio y nos dicen que está lleno pero que a la salida del pueblo hay un albergue particular, hacia allí nos encaminamos y en el albergue Aitzenea nos dicen que si hay sitio, guardamos las bicis en un garaje anexo y subimos a instalarnos. El albergue no es ninguna maravilla pero el hospitalero voluntario que no habla ni una palabra de español me indica que me lava y me seca la ropa por un módico precio, sin
dudarlo un momento se lo digo a Venan y Sonia para que me den su ropa sucia también, la cual entregamos a este hombre, da gusto. Como hace una buena tarde después de organizar todo nos vamos a dar una vuelta por Triacastela para buscar un sitio donde comprar algo para cenar, ya que hemos comido tarde y no apetece mucho cenar fuerte, como es domingo por la tarde no hay nada abierto y como no hace mal tiempo nos sentamos en un pequeño parque que hay a la salida del pueblo y nos tomamos una cocacola para relajarnos después de una etapa tan dura, yo me he hecho hoy 112 kms. lo cual a veces me parece casi imposible, al final nos venden una barra de pan en un bar y cenamos pan y queso de O'Cebreiro que compró Sonia cuando paramos allí. De vuelta al albergue y tras la pequeña cena una vez dentro del saco se produce una escena curiosa en el albergue, un alemán quiere dormir con la ventana abierta y la propietaria del albergue le dice que tiene que cerrarla, el alemán se hace el loco ya que no quiere cerrarla y la señora venga a insistirle, al final después de una pequeña casi pelea otro peregrino alemán media en la discusión y consigue que el otro cierre la ventana, debe de ser normal entre los alemanes eso de dormir con la ventana abierta porque no es el primer caso que me cuentan al respecto. Con mucho cansancio en el cuerpo y como dice el refrán a las diez en la cama estés, y así lo hago no sin antes prepararme mis tapones ya que la noche rodeado de peregrinos alemanes mayores y barrigones promete.





jueves, 6 de mayo de 2004

Camino de Santiago 2004 (Etapas 4-6)

Día 4. Martes 27 de Abril de 2004 Sto. Domingo de la Calzada - Rabé de las Calzadas 95 kms.


Esta noche el concierto de ronquidos ha sido fino, hubo gente que ya por la tarde apuntaba maneras en su serenata nocturna pero han superado las expectativas ampliamente, aquí se han escuchado de todos los modelos existentes en el mercado, ni con los mejores tapones y los dedos metidos en los oídos, en fin digno de haber llamado al jurado de los Guiness para ver si se puede considerar contaminación acústica. Salgo de Sto. Domingo no sin antes haberme despedido del grupo de granadinos después de tomar un cutrechocolate en la máquina de rigor de la mayoría de los albergues deseándonos suerte mutuamente (un par de ellos yo creo que van bastante mal a pesar de que ellos se empeñen en decir que se pasa poco a poco, espero que lleguen a su destino). Tengo una sensación extraña, atravesar estas calles prácticamente desiertas da una sensación de frialdad o desasosiego, no sé difícil de expresar en palabras. Tomo un camino en buen estado hasta llegar a Belorado donde desayuno excelentemente a base de zumo de naranja, y café con unas madalenas de gran tamaño, no las había visto nunca, no son muy altas pero tienen un diámetro considerable.
Al salir de Belorado, en una de estas veces que miras hacia atrás veo que lejos me siguen 2 bicigrinos con sendas bicis, aflojo el ritmo y en poco tiempo me dan caza, después de las presentaciones de rigor todo esto sin bajarnos de la bici, decidimos continuar juntos un rato, son 2 chavales de Valladolid y Zamora, llevan poco equipaje y van ligeritos lo cual me obliga a apretar los dientes para seguirles hasta el punto que al cabo de un rato les digo que ya que el camino no está muy bien y yo llevo mas peso que ellos, voy a continuar por carretera hasta Villafranca Montes de Oca, ellos me dicen que seguirán por el camino. En poco tiempo llego a este pueblo no sin antes acordarme de la cantidad de camiones que tiene esta carretera, es terrible tanto tráfico, y para colmo antes de Villafranca Montes de Oca el camino y la carretera se unen con el peligro adicional de tener que ir adelantando peregrinos a pie que circulan por el arcén de la carretera. Por fin llego y decido comer algo antes de comenzar la subida que dicen que no es ligera, al poco tiempo de estar comiendo algo sentando al lado de una fuente llegan los bicigrinos antes aludidos, me preguntan que por donde voy a subir a lo que les contesto que por la carretera, ya que aunque hay mucho tráfico, he leído en varios sitios que la subida por el camino para las bicis es muy difícil ya que ha de hacerse casi todo a pie por las fuertes rampas. Parece que siguen mis indicaciones y deciden continuar por la carretera, al poco tiempo yo también me pongo en marcha, la subida no es tanto como imaginaba son aproximadamente unos 6 kms. de subida constante lo peor de todo sin duda el constante tráfico de camiones, con las alforjas cuesta un poco, pero una vez cogido el ritmo y quitada la ropa que sobra se sube bien.

Había leído muchas veces las soledades de estos parajes, los asaltantes de peregrinos medievales que habitaban estas montañas y después de transitar por ellas, la verdad es que aún en pleno siglo XXI circulando solo siente uno un poco de intranquilidad, ya que está completamente deshabitada esta zona, no me extraña que en otros tiempos fuera cuna de asaltos y robos si a esto le sumamos el frío del invierno no quiero imaginarme lo que puede ser hacerlo en esa época. Al final llego al cartel que me indica que he culminado la subida, me hago la foto de rigor y me meto por el camino, hay bastante barro pero como es en bajada se puede ir sorteando con facilidad a pesar de que en algún momento me veo demasiado cerca del suelo, aunque el entorno por el que se circula compensa el trabajo extra que tienes que realizar. Llegar a San Juan de Ortega es una mezcla de alegría e impresión por alcanzar este sitio, la verdad que es bastante más grande de lo que me imaginaba máxime como se encuentra aquí en medio de la nada, sin ningún pueblo cerca, paro a comerme un buen bocata porque veo que no llegaré a comer a Burgos como era mi intención en un sitio ya conocido, aprovecho para sellar la credencial en el albergue que hay anexo a la iglesia y continuo mi camino dirección Agés, la bajada por una especie de sendero entre robles y praderas es relajante, aunque comienza a hacer un viento frío de cara que molesta bastante. En poco tiempo llego a Agés y de aquí a Atapuerca, al entrar en esta localidad consulto mi guía y me dice que no se me ocurra meterme por el camino, hay una subida muy mala a lo cual hago caso, continuo había Orbaneja de Río Pico y Villafría, además de ser un camino en excelente estado es todo bajada suave, sin darte cuenta te plantas en 35 kms/h.

A este ritmo llego a la entrada de Burgos, son las 14,30 h. aproximadamente, cruzar la ciudad a estas horas con el tráfico de una gran ciudad es lo que menos apetece a un bicigrino que lleva casi 80 kms. encima, pregunto a una persona como se llega al albergue y muy amablemente me indica el camino a seguir (sigo impresionado por la ayuda que te presta cualquier persona a nada que lo solicitas, será la falta de costumbre) llego hasta el albergue que se encuentra a la salida de Burgos en un parque y justo al lado del mismo veo a los bicigrinos de antes, están comiendo tranquilamente en el parque, me cuentan que en la subida de Atapuerca lo han pasado fatal, había mucho barro y las pendientes eran muy grandes. Voy a sellar al albergue y a ver si hay alojamiento, me sellan y pregunto si hay alojamiento, me dicen que no hay problema pero no me gusta el albergue, se parece mucho al de Viana que sin querer pecar de xenófobo estaba lleno de extranjeros, con nuestras diferencias de costumbres, así que me vuelvo con estos chavales y les pregunto que es lo que piensan hacer, me dicen que van a echarse una siesta aquí en el parque y que luego continuarán hasta Boadilla del Camino, lo cual para mi es mucho ya hoy, por lo tanto les digo que me marcho que llegaré hasta donde me canse y así lo hago.
Salgo de Burgos por una estupenda pista que se va complicando poco a poco hasta que como a unos 15 kms. de Burgos llegó a Rabé de las Calzadas un pequeño pueblo que tiene albergue, paro y pregunto si hay sitio a lo cual me contestan afirmativamente, veo que ya llevo 95 kms. encima lo cual no está nada mal así que para adentro. De este albergue solo puedo decir cosas buenas, Rosa, Marisa y David son los vivos ejemplos de la hospitalidad, después de ducharme, asearme, recoger mis cosas, echarle un vistazo a mi compañera y engrasarla a conciencia, me siento a descansar en la puerta del albergue mientras charlo tranquilamente con Rosa que está lavando su coche en un pilar que hay al lado de la casa, (Foto 29) allí está David el tío mas vago que he visto en mi vida, no hace nada mira como le lavan el coche y pone pegas a todo, no entiendo que hace este tío con esta mujer. Al poco rato llega un grupo de 3 gallegos caminando y deciden quedarse a dormir, en una de las veces que entro en la casa a coger algo, me quedo leyendo el tablón de anuncios que hay en el albergue y me fijo que hay una hoja impresa del diariodegalicia.es donde hablan de 3 gallegos de Viveiro que están haciendo el camino y que diariamente mandan fotos al periódico, hacen una crónica a través del móvil para la radio, me fijo en la foto y me digo, -"esta cara me suena" al poco rato sale uno de ellos. Estos tres personajes son la alegría de la huerta, hay uno que todo lo dice o lo hace cantando el tío tiene buena voz y lo hace bien, otro no para de hablar, es el que ha trabajado en la radio y envía las crónicas al periódico y otro es el hombre cabal del grupo, una experiencia conocerlos a los tres.

Cenamos todos juntos en la cocina unas buenas sopas de ajo y espaguetis, al acabar la cena nos vamos un ratito al único bar del pueblo que abre a las 20 horas a tomar un orujo con los gallegos, en el bar hay una camarera que no me pega nada allí, es una chica bastante guapa, simpática, amable, atiende maravillosamente y encima del Real Madrid, uno de los gallegos no la quita ojo de encima. En poco tiempo decido marcharme e irme a la cama, estoy cansado y mañana toca mas bici, miro al cielo y me doy cuenta que el tiempo está cambiando, esta todo lleno de nubes con una pinta no excesivamente atractiva, esperemos que no llueva.


Día 5. Miércoles 28 de Abril de 2004 Rabé de las Calzadas - Boadilla del Camino 75 kms.


Esta noche he dormido de maravilla, no me he tenido ni que poner los tapones de oídos, en la habitación solo estabamos 2 chicas y yo, me levanto con muy buen ánimo pero este me dura poco ya que según nos dice Rosa que se ha levantado para hacernos el desayuno (que maravilla de mujer) ha llovido de narices, después de desayunar preparo todo mi equipaje, cargo la bici, me despido de Rosa no sin antes agradecerle su amabilidad y me aparece la duda de siempre máxime hoy con la lluvia ¿camino o carretera?, veo en el mapa que la carretera da una vuelta muy grande y que el camino va atajando, con lo cual decido por lo menos intentarlo, ¡¡en que hora se me ocurrió!! para hacer unos 800 metros aproximadamente tardo como una hora y media, debido al barro, que digo barro arcilla pura acumulada en las ruedas, estas se han quedado completamente bloqueadas, la bici no gira, tengo que arrastrarla intentando buscar las cunetas que tienen hierba para que por lo menos no se acumule mas barro, después de tanto esfuerzo consigo llegar al punto de partida cuando me ve Rosa, en mi cara lo lee todo pero ella lo primero que me dice es -"siéntate, descansa un poco, relájate que te preparo un café calentito y ahora lavas la bici" la verdad que dichas estas palabras así en frío puede parecer hasta cursi si quieres, pero en esa situación y esos momentos la verdad que son ayuda celestial. Después de esperar un ratito, quito todos los accesorios de la bici y tengo que meterla (literal) en el pilar para intentar ablandar algo el barro que tiene pegado por todas partes, es arcilla pura, después de un buen rato rasca que te rasca consigo que las ruedas vuelvan a girar.

Como he perdido mucho tiempo, y voy a tener que dar una gran vuelta decido tirar fuerte para además de calentarme (el día lo pide llueve ligeramente y hace frío) recuperar el tiempo perdido, me voy por la N-120 que gracias a que actualmente existe la autovía que absorbe su tráfico vas completamente solo. En un llano de estos de repente me pasa una bicicleta que lleva un buen ritmo, me fijo y veo que su piloto seguramente no cumpla los 70 años, que fuerza y que vitalidad tiene, intento seguirlo pero no puedo se nota que lleva ruedas de carretera y yo con los tacos acuso el esfuerzo (más adelante coincidiré con este ciclista inglés que lleva encima unos 1700 kms. y va a llegar a Santiago) . Después de unos cuantos kms. bastante lluvia encima y mucho frío en el cuerpo llego a una gasolinera en la que tengo que entrar para cambiarme de camiseta, debido al esfuerzo, está empapada de sudor, lo cual hace que esté completamente helado de frío. Me cambio y consigo lavar la bicicleta para quitarle el mucho barro que todavía le queda, le pregunto al gasolinero como puede hacer para llegar rápido a Hontanas y el amablemente me lo indica, dándome todo tipo de detalles de por donde voy a transitar. Enormemente agradecido por la ayuda prestada tiro dirección Hontanas por una carretera comarcal en excelente estado y completamente solitaria (en 1 hora creo que vi 1 coche pasar) de hecho me acuerdo mucho del tramo entre Villafranca Montes de Oca y San Juan de Ortega es una sensación de soledad parecida.

Me voy fijando que hay muchos carteles indicando que se disputa una etapa de la Vuelta a Castilla y León, de hecho adelanto a una máquina que va limpiando la carretera para el paso por la tarde de los profesionales. Paso por el arco de las ruinas del convento de San Antón, es un bonito lugar que en poco tiempo te lleva a Castrojeriz, dudo si quedarme a dormir en este sitio ya que aunque es un poco pronto, desde esta mañana (seguramente debido a los esfuerzos por arrastrar la bici en el barrizal) me duele bastante en la parte posterior de la rodilla derecha, me la noto un poco inflamada y tengo miedo que pueda ser una tendiditis ya que esta patología sin ser un experto en medicina es sabido que solo se cura con reposo y algún antinflamatorio, lo cual me hace tener un poco de miedo. Paro a refrescarme en Castrojeriz y coincido con el bicigrino inglés y un nuevo compañero alemán que también viene en bici desde su casa este lleva aproximadamente unos 2000 kms. encima. No esta nada mal.
Castrojeriz es un pueblo muy bonito pero yo decido que voy a intentar continuar un poco más. A la salida del pueblo veo que está montada toda la infraestructura de la vuelta a Castilla y León, pues hoy acaba la etapa allí y me veo lo último en peregrinos, una autocaravana lujosísima con una pareja y una única bici, a ratos la conduce él y ella pedalea y viceversa. Para evitar la subida a Mostelares ya que mi rodilla derecha no me lo aconseja, doy una pequeña vuelta por carretera, aunque se nota que ya vamos llegando a la ancha Castilla, las pocas subidas que hay me recuerdan el dolor de mi pierna derecha, por lo tanto decido -al llegar a Boadilla del camino y previa consulta a mi guía- intentar quedarme en el albergue "En el camino". Entro y pregunto a lo cual me contestan afirmativamente, que maravilla de albergue, las instalaciones son estupendas, maravillosas diría para un precio de 7 € , tiene un jardín cuidadísimo, las habitaciones son espaciosas, el agua de las duchas es caliente de verdad, tiene calefacción y lo mejor de todo, por poco dinero te lavan y te secan la ropa lo cual necesitaba ya que llevaba varios días sin hacer la colada. Como no tengo mucha hambre y lo que quiero es descansar, me echo una buena siesta que me sienta como siempre estupendamente. Al levantarme no se si es por los días que llevo fuera de casa, por el miedo que tengo que la pierna me pueda mandar para casa, por estar solo la mayoría de los días, por tener que conocer gente distinta todos los días o por una conjunción de estos y más factores a veces me noto un poco bajo de moral como queriendo finalizar este viaje y preguntándome a mi mismo que leches hago yo aquí, por suerte son momentos puntuales, y hasta ahora solo me ha pasado un par de veces.


Tras una tarde de los más tranquila, a las 20,00 horas estoy sentado para cenar en el albergue ya que tengo un hambre de caballo, me siento en una mesa junto con dos españoles que acabo de conocer, uno de ellos es un anticuario de Oropesa del Mar (Castellón) que hace el camino de forma diferente, se nota que tiene un buen nivel económico, se aloja en hoteles o albergues con habitaciones individuales siempre que puede, no hace mas de 20 kms. al día, comenzó en Somport hace mas de un mes, teniendo en cuenta que no lleva ni la mitad de camino y que tiene pensado llegar a Finisterre, el calcula que estará dos meses y medio fuera de casa, nos cuenta que uno de los motivos de hacer el camino es que como ya va por el tercer infarto y siempre le dan en Noviembre pero como este año no le ha dado ha sido como una especie de luz o señal para arrancarse a hacer algo de deporte como dice él, ya que el médico siempre le está diciendo que tiene que andar mucho. La otra persona es una chica de Gerona con un hablar muy dulce, educadísima que su ilusión es montar un albergue del estilo de este en el que nos encontramos como forma de ganarse la vida, entre los tres tenemos una sobremesa la mar de agradable, tanto que casi nos tienen que echar del comedor porque están cerrando desde hace un buen rato. Digno de reseñar es uno de los responsables del albergue (Eduardo) es un tío que está en todo, no se le olvida ni se le pasa un detalle, es un enamorado de Brasil y de su música ¿será por esto que hay muchos brasileñ@s alojados allí?.


Día 6. Jueves 29 de Abril de 2004 Boadilla del Camino - Sahagún 65 kms.


Esta noche he dormido magníficamente, toda la noche del tirón hasta las 6 de la mañana que han comenzado a levantarse los más madrugadores, se nota que cerca de mi sólo había mujeres, los ronquidos han bajado de intensidad, preparo mis cosas y compruebo que mi pierna derecha parece que me duele menos, además a través de las ventanas puedo ver que hace un día magnífico imagino que hará frío porque esta completamente despejado el cielo, de un azul no habitual imagino que debido al aire que sopló ayer durante toda la jornada, lo cual me anima bastante. Desayuno espléndidamente en el bar del albergue por 2 € , comienzo a cargar las cosas en la bici y mientras estoy en ello una pareja de peregrinos que hay por allí se acercan a charlar conmigo, él lleva un look a lo indio tavajara lleva el pelo largo, gorro de lana, poncho y su cara delata su procedencia sudamericana, ella tiene un acento afrancesado pero habla perfectamente español, el chico es un gran aficionado a la bici de montaña (de hecho se me parece mucho al campeón americano Tinker Juárez) sabe un montón de bicis, me cuenta que iba a hacer el camino en bici pero que recientemente un coche le atropelló y eso le ha hecho planteárselo de hacerlo a pié, es peruano reside en Bélgica y trabaja en Estados Unidos, ella es francesa pero lleva muchos años viviendo en España, nos tiramos charlando casi una hora porque es una charla entrañable que te hace sentir muy a gusto de forma que el tiempo pasa volando, me despido de ellos y comienzo a pedalear dirección Frómista.
Voy muy tranquilo para calentar bien las piernas, me doy cuenta que no me duele mucho quizá es porque la etapa de momento es completamente llana y eso ayuda, la sensación de paz y tranquilidad que se respira en esta zona a estas horas te descabala un poco, solo se oyen los trinos de los pájaros y el crujir de las piedras al pasar las ruedas de la bici, es difícil de explicar, para aderezarlo llego al canal de castilla del que, debido a la humedad de la mañana se desprende una especie de tenue neblina que hace el transitar un poco tenebroso, indescriptible. Voy adelantando a la mayoría de los peregrinos que vi ayer en el albergue y a otros que imagino se han alojado en otros albergues de Boadilla, alcanzo a la chica de Gerona y marcho un ratito a su lado sin prisas charlando amigablemente, después de un rato me despido y continuo hacia Frómista y Carrión de los Condes. Se nota que hemos entrado de lleno en la ancha Castilla, la mirada se pierde en el horizonte y solo se ve una línea recta horizontal, campos de labor verdes, carretera y andadero en excelente estado, que hacen que circular por esta zona sea magnifico. Imagino que para los peregrinos a pie circular por esta zona tiene que ser muy duro ya que estás horas enteras viendo el mismo paisaje sin tener sensación de que aquello cunde, y eso debe de minar la moral hasta del mas fuerte, si a ello le sumamos el frío en invierno o el calor en verano comienzo a entender lo que leía en muchos sitios que esta es la parte mas dura del camino.

En poco tiempo me planto en Carrión de los Condes, decido parar a tomar algo más sólido en su plaza y veo que allí se encuentra toda la infraestructura de la vuelta a Castilla y León, hoy hay una contrarreloj aquí en Carrión. Me tomo un magnifico bocadillo de tortilla en un bar de la plaza especializado en peregrinos viendo la cantidad de ellos que estamos allí alimentándonos, hago algunas fotos de la iglesia de Santiago y continuo dirección Calzadilla de la Cueza, es una recta de 18 kms. completamente plana en la que lo único que altera el paisaje es una encina que en bici estás viéndola media hora hasta que llegas a ella, andando tiene que dar la sensación de que nunca llegas. En todo este tiempo uno tiene tiempo de pensar un poco en todo máxime yendo solo, piensas en tu familia, en tus amigos, en que hago yo aquí, en tus momentos de debilidad, en tus momentos de euforia, en la soledad que te proporciona en ocasiones el camino, etc. quizá sea un mecanismo de defensa de la mente para autoprotegernos del sobreesfuerzo al que estamos sometiendo a nuestro cuerpo.
Por fin llego a Calzadilla de la Cueza, y el viento comienza a hacer acto de presencia, como no, en sentido contrario al que circulamos ¿por qué será que en la bicicleta siempre sopla el aire de cara? con el sobretrabajo añadido del aire me voy acercando a Sahagún, no quiero forzar la pierna ya que de momento se va portando de maravilla, pero este fenómeno meteorológico me hace trabajar más, poco a poco voy viendo como ese día limpio y azul que amaneció va transformándose en nubarrones que no auguran nada bueno, como así pasa un poco antes de llegar a Sahagún, me pongo el chubasquero y viendo que aquello cada vez se pone mas feo decido dar por finalizada la etapa de hoy aquí. Entro en Sahagún y en el primer albergue que encuentro el de la orden del Cluny decido preguntar si hay alojamiento, me contestan afirmativamente, dejo mi bici bien guardada y subo a las habitaciones, el sitio es precioso, las instalaciones no son las mejores pero están bien, es una gran bóveda en el interior de una iglesia la cual han forrado de madera y han dividido para hacer una sala de teatro o conciertos, poder escuchar un concierto en este entorno tiene que ser magnífico. Después de asearme me voy a un restaurante que hay justo enfrente del albergue a comer, son las 14,30 h., buena hora, así que como estupendamente un buen menú de peregrino como está mandado.

Una vez finalizada la comida decido que de momento me voy a echar una siesta que me la he ganado ya que la tarde es muy larga, al subir a las habitaciones me encuentro con la pareja que iban en bici y que conocí en el albergue de Sto. Domingo de la Calzada, son de Vitoria aunque viven en un pueblo de Burgos, se llaman Venan y Sonia, son gente muy maja, ellos acaban de llegar Venan se ha caído de la bici y lleva el brazo lleno de sangre, le ofrezco agua oxigenada que llevo encima para que se desinfecte la herida, luego charlo un rato con ellos tras asearse y sentarse a comer, hablamos de todo pero hay una cosa que me sobrecoge un poco Venan un tío de 40 años, exjugador del Alavés, un tío fuerte que destila salud por los cuatro costados, me cuenta que hace un año que ha salido de un cáncer de pulmón y hace el camino un poco como promesa por haberse curado, me impresiona la frialdad con la que lo cuenta, como se enfrentó a la enfermedad, los momentos pasados, el mentalizarse para poder morir, ufff un tío fuerte este Venan. Al cabo de un rato decido que me voy a ir a dormir un rato la siesta ya que ellos también van a hacerlo y justo cuando me voy a dormir llega el inglés de 72 años al albergue, le pregunto por su colega alemán y me dice o yo le quiero entender que el otro tenía muchas ganas de montar en bici hoy y que el no estaba por la labor así que ha decidido pararse a descansar un poco antes.
Después de una reparadora siesta, me voy a buscar un cyber para poder enviar un mail a mis amigos indicándoles que sigo vivo, pregunto a la hospitalera y amablemente me indica como llegar, de camino al cyber paso por unas pastelerías que no hacen más que tentarme para que entre, me resisto a las primeras pero llega un momento que decido darme un capricho y entro en una de ellas y no me compro un bollo, me compro 2 uno de chocolate y otro de crema, ¡¡que ricos que están!! no sé si es que el cuerpo me pide azúcar o que estoy caprichoso, el caso es que no puedo resistirme a este mundano placer. Llego a un videoclub que hace las veces de cyber y después de aguantar los gritos y saltos de unos cuantos adolescentes llenos de granos y con los pies malolientes consigo conectarme a Internet consultar el tiempo que no augura nada bueno y mandar un correo a mis amigos para indicarles que sigo vivo después de 6 días de camino. Tras finalizar mi tiempo en el cyber me voy de nuevo al albergue, está mi amigo el inglés por allí intentando descifrar el mapa de la población de Sahagún, anda un poco perdido el hombre, con mi poco inglés y su nulo español intentamos explicarnos y parece que se va medio convencido de que encontrará el convento que quiere visitar, al cabo de un rato por allí veo que Venan se ha levantado de la siesta, decidimos ir a un supermercado cercano y comprar algo para cenar para no tener que andar buscando sitio, así lo hacemos, compramos fiambre y fruta y cenamos tan ricamente mientras le damos a la húmeda con intensidad. Tras una larga sobremesa sobre las 21,30 decidimos irnos a dormir, no sin antes pedirles que si no les importa mañana me gustaría unirme a ellos, cosa a la que acceden gustosamente, seis días solo de momento ya me han valido como experiencia quiero probar que tal me va uniéndome a estos chicos, si no me gusta la experiencia con volver a irme solo todo solucionado. Sin más a las 22,30 estoy en la cama con mis tapones puestos como todos los días.